Historia de Neil Harbisson, el primer hombre Cyborg

"Umwelt". Este raro término alemán se utiliza para denominar el mundo circundante capaz de reconocer.
Cada animal tiene su propio umwelt a partir de lo que perciben con sus sentidos, en especial con sus sentidos más desarrollados.

Es asi como el perro a través de su olfato determina los limites y características del espacio que lo rodea y las aves lo logran a través de detectar el campo magnético terrestre.

Los animales suponen que su umwelt es toda la realidad objetiva circundante, ya que ¿por qué dejaríamos de imaginar que existe algo más de lo que podemos percibir?. Cada animal es incapaz de detectar el umwelt del resto de las especies animales, por eso no sabe que existe y no lo añora. Por ejemplo, el ave no es capaz de percibir los olores que sí pueden los perros, pero no lo necesita para su subsistencia. Por lo tanto está cómodo en su ambiente, en su umwelt.

Los humanos, a diferencia del resto de los animales, tenemos la capacidad de desarrollar tecnologías que nos permitirá ser capaces de expandir nuestro umwelt.

Actualmente, ya hay personas que pudieron ser capaces de experimentar los beneficios de la tecnología en este sentido.

Según la real academia española, “un cyborg es un ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos".

De acuerdo con esta definición cualquier persona que posea una prótesis electrónica (protesis de brazo, pierna o incluso aparatos más cotidianos como implantes cocleares o marcapasos) podría ser clasificada de esta manera.

Sin embargo, un cyborg debe ser una interacción entre humano-dispositivo y dispositivo-humano, lo que habitualmente se conoce como feedback.

El caso del Cyborg Neil Harbisson.

 

Neil nació en 1984 en Estados Unidos y padece de acromatopsia, que consiste en una anomalía de la visión a consecuencia de la cual sólo son percibidos los colores blanco, negro, gris y todas sus tonalidades.

En 2003 comenzó un proyecto junto con un ingeniero informático para encontrar la forma de superar este defecto.

La solución que encontraron fue crear un antena sonocromática, que busca ser un “ojo electronico”. Este es un sensor capaz de captar las frecuencias del color enfrente del mismo y enviarlas a un chip que se instala en la región occipital o parte posterior de la cabeza. Este dispositivo produce vibración de igual frecuencia a la del color, por lo que es capaz de “escuchar” el color sensado a través del hueso, por conducción ósea, y poder diferenciarlos según su frecuencia de onda.

Este invento le cambió la vida de maneras que no hubiera imaginado. Al poco tiempo fue capaz de soñar escuchando las distintas frecuencias, es decir, 4 diferenciando colores. A su vez le permitió ampliar su sentido auditiva siendo capaz de “escuchar” una obra de arte o la cara de una persona; Puede sentir, “escuchar” a la comida y componer una canción sobre la misma; puede escuchar sonidos cotidianos o incluso canciones o una conversación y otorgarles un color (en su charla TED dio el ejemplo de que el sonido del teléfono es verde).

Llegó a percibir 360 colores, equivalente al espectro de visión humano, pero no contento con esto decidió ampliar el espectro de captación hacia el infrarrojo y el ultravioleta, por lo que ya es capaz de percibir colores que el humano no puede ver. Por ejemplo, puede notar los rayos uv del sol, y prevenirse del mismo. De esta manera, fue capaz de ampliar el umwelt humano, y encontrarle un propósito. Neil Harbisson es considerado el primer cyborg.

“Creo que la vida será mucho más emocionante si dejamos de crear aplicaciones para los teléfonos celulares y empezamos a crear aplicaciones para nuestro cuerpo“, esta frase, citada de la charla TED que dio en el año 2012 da una idea del futuro que todavía no está alcanzado en esta fusión tecnología y cuerpo.

 

Extraido de "Tecnologías para recuperar lo perdido y expandir nuestro umwelt". Monografía carrera de Bio Ingenieria. ITBA. Autor: Franco Pérez Rivera