La importancia de aplanar la curva de infección de Covid-19

Ya es una realidad, el Covid-19, más conocido como Coronavius, es una pandemia y como tal la Argentina no ha logrado escapar de sus garras.

Esta entre nosotros con casos ya no solo "importados" (personas que adquirieron la enfermedad fuera del país y volvieron ya infectadas) sino con casos "autóctonos" (personas que adquirieron la enfermedad estando en nuestro país y contagiado por otra persona infectada).

La drástica medida de suspender clases, eventos deportivos y culturales y recomendar a la población es aislamiento social y entrar en cuarentena de 15 días en sus propios hogares ha sido acertada y rápida epidemiológicamente hablando.

La otra realidad es... que nos vamos a infectar. Algunas estimaciones hablan de una tasa de infección del 10 a 50% del total de la población de cada sitio a donde llegue el coronavirus.

Su tasa de virulencia, capacidad de infectar, es muy alta: por cada infectado se estima que se infectarán 2.5 más personas y así sucesivamente.

La triste realidad final es que... vamos a tener infectados que no logren sobrevivir. La tasa de mortandad oscila entre el 1 al 5% con un promedio al día de estar escribiendo esto del 1.6%.

 

¿Y de qué depende que el número de muertos se acerque más al 1% o al %5 de los infectados?

Depende de aplanar la curva de infección.

 

 

No es lo mismo que el pico máximo de infectados se de en menos de 1 semana a que se dé en el transcurso de todo un mes. Si el pico se da en menos de 1 semana el sistema sanitario colapsa: no hay recursos edilicios, recursos humanos, recursos de insumos y lo peor aún no hay suficientes respiradores para poder cubrir esa enorme demanda de pacientes que van a entrar en falla respiratoria por la neumonía y colapso de función respiratoria que genera el virus en la más grave evolución de la enfermedad. Lo que lleva al más cruel de los panoramas: los médicos se ven obligados a ejercer el Triage.

El Triage consiste en medir las posibilidades de sobrevida que pueden tener los pacientes al momento de tener que decidir a cual poner en el respirador y a cual no.

Esta práctica se usa muy habitualmente en conflictos bélicos, en catástrofes naturales o grandes accidentes, donde el médico se hace la pregunta: ¿si no podes salvar a todos, a quien salvas? . Salvas al que por el score tenga mayores posibilidades de sobrevivir. Los pacientes con enfermedades asociadas (diabéticos, hipertensos, obesos mórbidos, oncológicos, etc.) son los que peor califican. Los infectados jóvenes y sanos son los que mejor califican.

Por lo tanto para no tener que llegar a esta situación y solo lo veamos en las películas es fundamental que la curva de infección se de lo más lento posible en el tiempo, que sea lo más chata posible para que cuando un paciente infectado necesite el respirador haya habido otro que haya dejado de usarlo y así sucesivamente.

Por todo esto, a todos los que están cumpliendo la cuarentena… gracias por cuidarnos a todos!!

Dr. Fabián Pérez Rivera

MN 86793 

19/3/2020 / BLOG