Algo tan simple como usar una máscara…

El uso de cualquier tipo de máscara disminuye las posibilidades de contagio del Covid-19

En esta época de pandemia por el Covid-19 nos ingresa información todo el tiempo por todos los medios posibles: facebook, Instagram, televisión por cable, televisión abierta, mensajes por whatsapp, radio, portales digitales de noticias, internet en general.

Parte de esta información es cierta y útil; otra parte es lo que se conoce como fake news (noticia falsa).

Lo correcto para manejarnos en la prevención del contagio de este virus sería seguir las indicaciones que determina la OMS, Organización Mundial de la Salud.

Pero hay una indicación que todavía no está siendo recomendada por parte de la OMS y analizando la información convendría tener en cuenta e implementarla: el uso de máscaras faciales o barbijos. También denominado tapabocas en otras latitudes latinoamericanas o el termino en inglés y que es más popular de mask.

Si se analiza la curva de contagio del virus Covid-19 encontramos una clara tendencia ascendente en el corto plazo en los países del oeste (principalmente países europeos y USA) en comparación a un crecimiento más aplanado de los países del este (principalmente Japón, Hong Kong, Corea del Sur y Singapur).

En parte puede ser que sus ciudadanos acataron más estrictamente todas las recomendaciones de la OMS y principalmente la cuarentena y el aislamiento social. Pero el otro factor en común que tienen todos ellos es la costumbre del uso de máscaras faciales cuando se exponen fuera de sus domicilios.

Son países con un alto grado de polución, de contaminación del aire. Japón está entre los 5 países con mayor polución ambiental; por esos sus habitantes suelen usar máscara para no inhalar particular nocivas que se encuentran dispersas en el aire que respiran.

Esta misma costumbre hizo que aún sin estar en las recomendaciones de la OMS su población tan solo incrementara el uso habitual de las máscaras.

Cuando nos referimos a usar máscaras no estamos refiriéndonos a las N 95 de máximo nivel de filtrado de gérmenes y que debería usar el personal de salud que asiste en instituciones a infectados y aquellos que estén internados con el diagnóstico de la infección. Nos referimos a cualquier tipo de máscara o barrera protectora de boca y nariz. Puede ser un un barbijo común descartable, barbijos de tela o incluso un buff, como los que se usan para hacer deportes.

Se demostró que ésta barrera protectora retiene el 95% de las pequeñas gotas de saliva que emitimos al toser son las que podrían contener al virus.

Nosotros mismos podemos ser portadores asintomáticos del virus sin saberlo y transmitirlo al entorno. Del mismo modo también nos estamos protegiendo al mismo tiempo de otros portadores asintomáticos de la infección.

Otra forma en que la mascara nos ayuda es evitar nuestro autocontagio, evitando que las manos contaminadas puedan tocar nariz y boca en especial a aquellas personas que ya adquieiron habitos deficiles de modificar como tocarse bigote y barba, llevarse dedos a la boca, mordiendo las uñas y rascandose periodicamente la nariz.

Si se desea apuntar a una protección mayor cabe recordar que el virus tambien puede ingresar por la mucosa conjuntival, ojos, cuando alguien tose cerca nuestro o al tocarnos los ojos con manos contaminadas. Por lo cual otro aporte podría ser el uso de gafas de cualquier tipo para de esa forma seguir minimizando el riesgo de infección.

El 18 de marzo del 2020 el Ministerio de Salud de República Checa emitió un comunicado obligando al uso de máscaras a su población. Logró así ser en la actualidad uno de los países europeos con menor nivel de contagio.

En este video pueden tener acceso a esta información e incluso adherirse a la campaña #masks4all: