¿Estamos seguros que le llegamos a trasmitir a nuestros hijos lo que realmente pensamos de ellos?
¿Estamos seguros que le llegamos a transmitir a nuestros hijos lo que realmente pensamos de ellos? ¿Hemos tenido la oportunidad de expresarlo abiertamente?
El retiro espiritual de mi hijo mayor, ya adolescente, y el requerimiento de enviar una carta para que él lea durante su retiro, fue la excusa perfecta que encontré para escribirle estas palabras:
Lamentablemente el trajín diario, las responsabilidades varias y por qué no la falta de atención necesaria, hacen que muchas cosas que uno desearía decirle a su hijo queden “en el tintero” (expresión vieja que algún mayor te puede traducir).
Querido hijo, se que sabes lo mucho que te quiero. Pero creo que no sabes es….. lo mucho que te admiro.
Te estas convirtiendo en la persona que siempre soñé, y más aún también, al momento de charlar con tu mamá lo conveniente de tener a nuestro primer hijo.
Has adquirido valores que ya son propios tuyos y que aún ante el devenir de la vida no creo que los modifiques.
Te considero una persona – si, persona, ya no sos un chico – justa, confiable, inteligente, responsable, amigable, sentimental…… puedo resumirlo en “Buena Persona”. No sabes lo importante que eso es para mí.
Te veo y te siento feliz…. otra razón más para quererte y admirarte.
Hagas lo que hagas en la vida, estudies lo que estudies….. no dejes de mantener tus valores bien altos y por sobre todas las cosas……seguí siendo feliz!!!
Te quiere……..Tu Papá
Dr. Fabián Pérez Rivera
MN 86793